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"Dolor" muscular por el esfuerzo versus dolor agudo

El dolor corporal se refiere a la sensación física desagradable y a la experiencia emocional que resulta del daño o posible daño a una parte del cuerpo. La mayoría de nosotros podemos pensar en alguna ocasión en la que hemos experimentado dolor corporal. Para algunas personas, las molestias musculares se ajustan a esta definición, pero nos gustaría compartir algunas ideas sobre por qué esas molestias deberían considerarse un "dolor beneficioso". Las molestias musculares son muy frecuentes y se producen después de utilizar los músculos hasta el punto de cansarlos. Estas molestias suelen empezar en momentos diferentes según la persona; para algunas pueden comenzar al cabo de unas horas, y para otras pueden tomar hasta dos días (esto se conoce como dolor muscular de aparición tardía). Al trabajar los músculos con regularidad y cuidado, éstos aprenden a responder a los retos a los que los sometemos y, con el tiempo, la sensación de dolor y tirantez después de un entrenamiento disminuye. Para volver a sentir esa sensación de molestia, tendremos que exigirles desafíos cada vez mayores. Esta es la razón por la que se considera que sentir molestias musculares es un "dolor bueno", un signo de crecimiento y progreso.

Consejos para cuando sientas molestia muscular:

  1. Bebe agua, come saludable y mantente activo/a. Una buena hidratación ayuda a reducir las molestias musculares (¡el café también cuenta!). Los antioxidantes de una dieta saludable ayudan a disminuir el dolor muscular (consulta la sección "Nutrición" para ver ejemplos de alimentos saludables para los huesos). Por último, ¡no evites el movimiento! Sorprendentemente, un "entrenamiento de recuperación" ayudará a que el dolor muscular desaparezca más rápido. Realiza movimientos de ejercicio para tus músculos doloridos que no los lleven al agotamiento.
  2. El dolor muscular puede indicarte si has hecho los ejercicios de forma correcta. Por ejemplo, si se supone que estabas ejercitando las piernas, pero sientes dolor en la espalda, probablemente estabas flexionando la espalda y no lo sabías. Tu postura podría haber sido incorrecta, haciendo que los músculos de la espalda trabajen innecesariamente y te duelan. La próxima vez que hagas el mismo ejercicio, observa cómo completas el movimiento prestando especial atención a cómo mueves la espalda. Puede que necesites hacer un movimiento más pequeño con las piernas para que tu espalda no sienta la necesidad de realizar la tarea. Los grupos musculares que duelen deben coincidir con los músculos que se trabajaron durante los ejercicios (la sección "Ejercicio" te indicará qué grupos musculares deben trabajarse por ejercicio).